Cómo permanecer centrades cuando expresamos admiración y la recibimos

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Cuando sientes admiración por alguien que se encuentra a cierta distancia, hay una sensación de calidez, una resonancia de valores y quizás el deseo de encarnar cualidades o habilidades que ves en esa persona. Pero cuando conoces a esa persona físicamente, pueden interponerse otras cuestiones. Puede que de pronto sientas inseguridad, tensión e intimidación. ¿Qué está pasando aquí? ¿Adónde fue esa sensación cálida al momento de encontrarte cara a cara con la persona que admiras? ¿Y qué le pasa a la otra persona en ese momento? Veamos algunas diferenciaciones y estrategias clave para mantener la conexión interior en ambos lados de la interacción.

Si estás en la posición de admirar a la otra persona y de perder tu sentido de conexión interior, puede ser útil revisar tu autocompasión, los límites de la relación y anclarte en tus fortalezas.

Comienza por la autocompasión. Admirar a alguien desde cierta distancia se presta para  idealizar a la persona. Puede que esa persona represente tus propias aspiraciones y valores. O puede representar un estándar con el que te comparas o que te inspira. Como has anticipado conocer a esta persona, puede que tu pensamiento sea que no tienes validez para recibir su atención y aceptación. Puede que sientas inseguridad acerca de tu capacidad de contribuir con algo de valor. Junto con la inseguridad puede haber emoción por lo que experimentarás y descubrirás en la conexión con esa persona.

El hecho de verte cara a cara con esta persona trae todo eso al frente en un instante. Es mucho con lo que lidiar. Tiene lógica pensar que te conmoverá profundamente y que tendrás que trabajar para mantenerte en tu centro. Luego, cuando reflexiones sobre la experiencia, podría surgir una necesidad de hacer un duelo. De no estar en conexión interior plena, te das cuenta de que te perdiste la oportunidad de experimentar la experiencia completa de estar con esa persona. Quizás tus necesidades de colaboración, contribución, celebración y de ser viste no fueron satisfechas en la forma en que esperabas.

Mientras te preparas para el próximo encuentro con esta persona, es importante identificar los límites y anclarte. Identificar los límites de tu relación con la otra persona puede ayudarte a mantener la conexión interior. Algo que provee contención a la relación es saber qué necesidades te gustaría satisfacer en la relación y qué necesidades espera satisfacer la otra persona. Esto ayuda a enfocar tu energía en el momento presente y en lo que es real entre ustedes dos.

Anclarte en tus propias fortalezas y recordarte quién eres disuelve la proyección y ayuda con la conexión interior. Tu vida es completamente única y, como tal, tú traes tu propia sabiduría, fortalezas y habilidades. Recuerda lo que tú traes y cómo esto te ha servido a ti y ha servido a otras personas. Cuando habitas la verdad de tu propia grandeza, la luz brilla a través de ti y comienzas a ver a la otra persona también por quien es.

Tal y como tú admiras a otras personas, eres tú quien ha recibido elogios y admiración en ocasiones. Comprender ambos lados de esta interacción ayuda a disolver las proyecciones de ambos lados de la dinámica.

En un momento dado, si estás en la posición de recibir admiración y, posiblemente, de escuchar que la otra persona se siente intimidada por ti, mantendrás más conexión interior cuando puedas oírle con curiosidad y empatía, hacerle preguntas y ofrecerle suposiciones empáticas*.

Cuando alguien te dice que te admira es una forma de expresión honesta. En otras palabras, te está diciendo que algo que has hecho ha contribuido a su vida. Está intentando celebrar. Cuanto menos específica sea la admiración, más difícil será para ti mantener la conexión interior. La admiración o los elogios imprecisos tienen más probabilidad de enganchar al ego y estimular ideas de ser alguien mejor, lo cual a menudo lleva enseguida a las reprimendas internas de humildad o por recuerdos de momentos en que no viviste a la altura de la imagen que la otra persona proyecta sobre ti. Este conflicto interno estimula tensión y desconexión. Podrías sentir la tentación de contar una historia acerca de los errores que has cometido para alejarte de la incomodidad de tu conflicto interno. En este caso, la otra persona no es vista ni escuchada por la celebración que está expresando.

Ofrecer curiosidad y suposiciones empáticas simples puede ayudarte a mantener la conexión contigo y con la otra persona. Algunas posibilidades:

-¿Hay algo específico en lo que estés pensando ahora mismo cuando dices eso?

-Realmente valoras este trabajo, ¿cierto?

-Parece que he contribuido contigo.

-¿Valoras lo que has aprendido?

-¿Hay algo de lo que yo ofrezco que resuena contigo ?

-Ha sido grande, ¿cierto?

-Sí, oigo que nuestro trabajo en equipo cambió tu vida. ¿Es un cambio profundo?

-¿Estás sintiendo gratitud?

-¿Hay algo en particular que yo haya hecho que aprecies?

Cuando puedes mantener el foco en la celebración de la otra persona, contribuyes a su necesidad de celebración y de ser viste y escuchade, así como a tus propias necesidades de sentido y propósito. Esto te da una oportunidad de mantener la conexión interior, donde ni los halagos ni la culpa te alejan de la verdad de tu valor intrínseco incondicional.


Práctica

Toma un momento ahora para reflexionar sobre una relación en que la admiración se intercambie en una dirección o en ambas. Identifica un pedido específico que te gustaría hacerte a ti misme para mantenerte en conexión interior la próxima vez.

*En una próxima Joya de Conexión abordaremos el tema de cómo disolver las proyecciones a través de los límites y la vulnerabilidad compartida.

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