Cómo llegar a las necesidades fundamentales

Hay veces en que identificamos una necesidad en nosotres mismes o en que escuchamos a alguien nombrar una necesidad y, si bien tiene sentido, no sentimos que nos resuene del todo como verdadera. También puede suceder que estemos en una conversación en que ya nombraron sus necesidades ambas personas, y ya negociaron sus pedidos, pero no terminan de sentir que el asunto esté resuelto.

Si has estado trabajando con las necesidades universales desde hace tiempo, posiblemente te hayas encontrado con que en cualquier situación dada hay capas de necesidades vivas para ti. Algunas veces imaginas que tienes que atender a una necesidad antes de satisfacer otras. En este caso, las necesidades parecen tomar el rol de estrategias para atender otras necesidades. Esto genera una maraña de necesidades y estrategias que se vuelven difíciles de desenredar. Veamos un ejemplo. 

Imaginemos que tu pareja está sugiriendo formas de mantener el orden en la casa. Quieres colaborar y contribuir con su necesidad de orden pero no quieres recibir una serie de consejos sobre tareas domésticas. Ambes se sientan a tener una charla al respecto, e identifican para ti la necesidad de autonomía y para tu pareja, la necesidad de orden. Entonces negocian algunos pedidos. Acuerdan enfocarse en dos pedidos la semana que comienza:

1) Tú aceptas recibir pedidos específicos sobre cuestiones domésticas por parte de tu pareja, en lugar de que te indique cómo hacer las cosas.

2) Y también acuerdas que, al terminar el día, acomodarás y guardarás tus objetos de uso personal, por ejemplo la ropa, los platos o los libros.

Ambes quedan en volver a tener una charla el domingo en la mañana para revisar cómo fue la semana. Cuando se encuentran ese día, descubren que ningune de les dos respondieron a los pedidos acordados y que ambes se sienten decepcionades y enojades, y desean armonía y colaboración. Deciden sentarse y compartir tiempo para reflexionar sobre su experiencia con consciencia plena. Empiezas tú. Tomas unos minutos para dedicarte solo a seguir el ritmo de tu respiración y centrarte. Entonces recuerdas un momento en que tu pareja comenzó a darte consejos y te concentras con consciencia plena en los sentimientos y las sensaciones corporales que surgen. Descubres que cuando recuerdas a tu pareja dando consejos, aparece una capa más vulnerable de dolor y de miedo que tiene relación con la necesidad de amor y aceptación. También notas un pensamiento sobre no ser tan buene para tu pareja. Te brotan las lágrimas, te vienen a la consciencia los recuerdos que se relacionan con esto y puedes ver cómo se formó esta reacción actual frente a recibir consejos. Cuando compartes todo esto con tu pareja, su corazón se suaviza y se abre ante el entendimiento de tu experiencia. 

Ahora es su turno de entrar en atención plena y se le revela una capa vulnerable de temor en relación con la necesidad de centramiento. Te comparte que tiene el pensamiento de que si el exterior no está ordenado, existe el temor de que el interior se le desarmará. La presión por tener más orden es en realidad un anhelo de mayor centramiento y estabilidad interna. Tu corazón se suaviza y se abre cuando conectas con la vulnerabilidad de tu pareja. 

Una vez identificadas esas necesidades, ahora negocian de un modo muy distinto sobre cómo cuidar estas necesidades, cómo cuidarlas para ti misme y cómo contribuir con tu pareja, así como también cómo quieres que contribuya contigo.

En este ejemplo en particular, la autonomía es tu primera capa de necesidades y el amor y la aceptación es la segunda. Esta combinación de necesidades no se da necesariamente así siempre. Sin embargo, hay una serie de combinaciones que son frecuentes, en las que la primera necesidad es válida por sí misma y hay una capa de necesidad más profunda que a menudo se relaciona con mayor vulnerabilidad y reactividad. En otras palabras, quedó establecida una relación condicionada que dice: si atiendo a “x” necesidad, quedará también satisfecha la necesidad “y”. Estos son algunos pares de necesidades frecuentes que se establecen en relaciones condicionadas: 

  • Orden / Centramiento o Paz

  • Aptitd / Aceptación

  • Aptitud / Pertenencia

  • Intimidad / Aceptación

  • Reconocimiento / Pertenencia

  • Eficiencia / Aceptación

  • Aptitud / Seguridad

  • Conexión / Seguridad

Estas necesidades en relaciones condicionadas crea mayor dificultad cuando opera a nivel inconsciente. Las condiciones inconscientes de este tipo puede que nos lleven a las exigencias, la rigidez, la falta de creatividad, la desesperación, la ansiedad, el estancamiento y a no ser capaces de colaborar. De estar presentes cualquiera de estas señales, tómate un tiempo en consciencia plena y observa si hay algo más que está presente para ti.

Estas tres preguntas pueden contribuir a que reveles las capas más profundas de las necesidades: 

  • Si se atiende esta primera necesidad, ¿cuáles otras que pienso se verán satisfechas?

  • ¿Qué es lo que temo que pasará si no se atiende a esta primera necesidad?

  • ¿Qué interpretación estoy dando del comportamiento de la otra persona? Cuando me creo mi interpretación, ¿qué necesidad me surge?

Se trata de uno de los aspectos más empoderadores del Diálogo Consciente y Compasivo: lograr desenmarañar una necesidad universal de en medio de tus estrategias más usadas (como insistir en que la necesidad “x” tiene que satisfacerse antes de que pueda atenderse “y”). Cuando existe libremente la necesidad universal, sin quedarnos pegades a una forma particular de satisfacerla, logramos abrir bien grandes las puertas de la creatividad. Cuando disponemos de creatividad y vulnerabilidad compartida,  podemos cuidar de la vida en nosotros y en todos los otros seres que conozcamos. Y también honrarla. 


PRÁCTICA

Tómate un momento para reflexionar sobre una situación que permanentemente te desafía o que está trabada en este memento. Proponte la intención de tomar consciencia de las capas de experiencia más profundas, así como las necesidades universales. Toma unos momentos para seguir el ritmo de tu respiración y centrarte. Luego trae a la consciencia la situación elegida. Enfócate con atención plena en los sentimientos y las sensaciones corporales que surgen y pregúntate qué es lo importante en lo más profundo de ti en cuanto a esta situación. 

Elia Lowe-ChardéComentario