Límites: el recorrido hasta poder decir “no”
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Es triste saber que hay personas que vivieron la experiencia de recibir un castigo por establecer un límite o por decir “no”. Si esto te sucedió y fue una parte significativa de tu crecimiento, es probable que, como resultado, encuentres que al menos una de estas afirmaciones es desafiante para ti:
La capacidad de considerar que tus propias necesidades son equivalentes a las ajenas.
La sensación de “merecer” consideración y respeto.
Encontrarte diciendo que sí cuando quieres decir no.
Experimentar situaciones en que te “confundes” y pierdes tu voz.
Imaginar que hay estándares externos que deciden si tus necesidades y pedidos están bien. (Buscar validación de las personas mientras estás en un estado de reactividad.)
Imaginar que hay algún estándar externo que decide si está bien que digas que no. (Buscar permiso de otres para decir que no.)
Retirarte o esquivar situaciones en las que podría ser importante establecer un límite.
Permitir que las personas tomen decisiones por tí.
Mantener en tu vida a personas que repetidamente cruzan tus límites.
Abandonar tus necesidades y preferencias cuando sean diferentes de las de quienes te rodean.
Cuando alguien te castiga por establecer un límite, es un ejemplo del comportamiento de “poder sobre”. Si esto se repite a la larga, especialmente durante la infancia, aprendes a asumir un rol de “poder por debajo” para mantener tu seguridad a toda costa. Cuando la situación cambia y es realmente seguro establecer un límite y decir no, se necesitan la sanación y el aprendizaje para cambiar el hábito de volver al rol de “poder por debajo”.
La sanación puede ocurrir con las amistades, en terapia y en comunidad. Durante el proceso de sanación, hay algunos elementos clave a los que atender y con los que comprometerse.
Primero, comienza por discernir la diferencia entre las personas que respetan límites y las que con frecuencia no lo hacen. Cuando una parte de tu crecimientolas tenía que ver con las presiones, las demandas y los intentos por convencerte, puede ser difícil darte cuenta de que esos comportamientos traspasan tus límites y no tienes por qué participar en ellos. Establece tu intención de notar estos comportamientos y alejarte de las relaciones donde pueden suceder. O establece un límite cuando sucedan.
Mantente atente a los comportamientos que indican que alguien respeta un límite y dedica tiempo y energía a construir relaciones donde se respetan. Algunos ejemplos de comportamientos en que eso sucede:
1 – Acompañar en la elección: “haz lo que sea correcto para ti” . “toma tu tiempo para decidir”, “me que vengas, pero está bien si no vienes ”.
2 – Hacer pausas para permitir que surja la respuesta: cuando una persona no está tratando de convencerte, naturalmente facilita el espacio parar que encuentres lo verdadero para ti y permanece en silencio o te hace preguntas sobre tu experiencia.
3 – Buscar alternativas: quien respeta los límites, rápidamente busca alternativas para satisfacer sus necesidades cuando dices que no.
4 – Buscar mutualidas: quien respeta los límites, sostiene considera que tus necesidades son equivalentes a las propias y por lo tanto presta mucha atención a que el compartir sea mutuo y también el acceso a los recursos.
5 – Preguntar en lugar de asumir: alguien que respeta los límites, pregunta sobre lo verdadero en lugar de asumir que ya lo sabe. Ya sea con respecto al contacto físico, regalar cosas, dar consejos, pedir algo prestado, tomar decisiones que impacten en ti, etc.
Segundo, fortalece el músculo de “puedo elegir”. Este proceso puede comenzar por rever sistemáticamente aquellas situaciones en las que desatendiste tu capacidad de elección. Practica cómo se habría oído, visto y sentido si hubieses mantenido la conexión con tu elección en cada situación. Esta clase de práctica es de mucha ayuda cuando tienes alguien de apoyo (une mentore por ejemplo) o amistades que puedan darte ánimos durante el proceso y ayudarte a pensar en formas creativas de expresar tu elección. También te fortalecerá en este músculo si puedes establecer la intención de revisar tus decisiones antes de entrar en algunas situaciones en particular.
Tercero, busca afirmar la validez de tu experiencia desde un estado enraizado y consciente. La búsqueda de validación en otras personas cuando estás en reactividad puede alimentar un círculo trágico. Pero recibir validación desde un estado en verdad consciente puede ayudarte a recablear patrones reactivos. Puede ser especialmente útil oír a otras personas afirmar tu experiencia de un traspaso de límites. Si esto no es fácil para ti, es probable que tengas el hábito de dar explicaciones o justificar el comportamiento de las personas cuando rompen los límites. El hecho de oír a las personas en quienes confías decir que algo que alguien hizo no está bien te ayuda a sostener la validez de tu experiencia. Y esto te ayuda a establecer un límite en situaciones similares en el futuro.
A medida que vayas recorriendo el camino de poder establecer límites con más confianza, estas son algunas verdades básicas que irás integrando a la experiencia:
1 – Tus necesidades son válidas. La respuesta de otra persona a tus necesidades es su propia experiencia y no tiene el poder de invalidar tu experiencia.
2 – Es incuestionable que en todo momento, tú mereces consideración y respeto.
3 – Decir “no” siempre es una opción y puedes acceder a ella continuamente.
4 – Puedes aprender a establecer límites con seguridad en situaciones desafiantes y pedir ayuda cuando la necesites.
5 – Si estás luchando con una decisión acerca de cuál es el límite que debes establecer, puede que necesites más información, claridad, entendimiento profundo, o empatía.
6 – Puedes elegir no tener a determinadas personas en tu vida. Tu energía vital es preciosa y puedes elegir hacia dónde dirigirla.
7 – Cuando tus necesidades y preferencias son diferentes de aquellas de las personas con quienes te encuentres, puedes iniciar negociaciones para que todas las necesidades puedan ser satisfechas.
8 – Cuando no quieras contribuir a la necesidad de alguien, es su responsabilidad hallar a alguien más que le ayude.
Revisa estas verdades con frecuencia, reescríbelas en tus propias palabras y añade otras a la lista. Luego, busca ejemplos de cómo te funcionan cuando las utilizas con otras personas que logran establecer límites exitosamente.
Práctica
Elige una de las tres categorías de prácticas que se mencionaron antes y se enumeran a continuación. Identifica una manera específica y realizable de practicar con una en la semana.
1 – Discernir la diferencia entre las personas que respetan límites y las que con frecuencia no lo hacen.
2 – Fortalecer tu músculo de “puedo elegir”.
3 – Buscar la afirmación de la validez de tu experiencia desde un estado enraizado y consciente.