Diálogo Consciente y Compasivo

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Empatía para la vergüenza corporal

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La vergüenza que surge por no tener un cuerpo acorde con algunos estándares externos es dolorosamente común. Cuando sabemos todo el dolor que causa la vergüenza corporal, puede resultarnos difícil permanecer junto a alguien que se engancha con eso.

Y aun así, quedarnos junto a alguien atrapade en la vergüenza puede ser el regalo más poderoso. Veamos la diferencia entre las respuestas más frecuentes y las empáticas. Puede que las siguientes respuestas “no empáticas” satisfagan otras necesidades, quizás de información, consuelo y apoyo:

Distraer

  • “Vamos, no pienses de esa forma. Vayamos al cine.”

  • “A mí, la forma de tu cuerpo me parece bien. Olvídate, ¿bailamos?”

Educar

  • “¿Sabes que tienes el peso promedio para tu altura? Las estadísticas demuestran que…”

  • “Cuando dices cosas como esas contribuyes a pensamientos que conducen a desórdenes alimenticios. ¿Sabías que…?

  • “Solo dices eso por el bombardeo mediático que recibimos con imágenes irreales.”

Convencer

  • “No digas tonterías. En la excursión de ayer tuviste más resistencia que el resto.”

  • “No estás viéndote con claridad. Realmente estás muy bien cómo estás”

Consolar

  • “Déjame abrazarte. Te amo tal cual eres.”

  • “Ah, para eso están las barrigas. Tengo más para abrazar.”

  • “El amor que te den no depende de la forma de tu cuerpo.”

Cuando quieras ofrecer un nivel más profundo de presencia y empatía,  serán más útiles esta clase de respuestas:

  • Deseas ser diferente, ¿cierto?

  • Parece que realmente te preocupa sentirte bien en tu cuerpo ¿Es así? 

  • Es doloroso no haber alcanzado las metas que te habías propuesto, ¿No?

  • ¿Puede ser que sientas algo de angustia por los cambios en tu cuerpo? 

  • Parece que hoy ha estado hablándote hoy tu voz crítica.

  • Desas perder peso, ponerte en forma y ganar masa muscular. ¿Cierto? 

Este tipo de respuestas no marcan el fin de la conversación. Son algunas maneras de recibir a la persona en el momento que está viviendo.  El hecho de recibir a alguien tal y como está, puede contribuir a que se libren del peso de la vergüenza. Y al hacer esto, es más fácil ver la situación con claridad. Tu presencia compasiva le da espacio a la verdad.

En la siguiente etapa de la conversación, una vez disuelta la vergüenza del momento, es más probable que les oigas hablar de necesidades de aceptación, amor, reaseguro, elección, salud o pertenencia. Dar empatía a esas necesidades puede guiar fácilmente a un pedido específico.

Práctica

Recibir a alguien sumergide en la oscuridad de su vergüenza es una práctica que requiere coraje. Significa que tienes la confianza de que tú misme podrás permanecer en conexión con la luz de la verdad, aun cuando te adentras en la oscuridad. Ahora toma un momento para respirar hacia la verdad que sabes que subyacea la vergüenza. A medida que te asientas en ese saber, trae a tu mente alguien a quien hayas escuchado criticar su cuerpo hace poco. Permítete sentir su dolor y, al mismo tiempo, inspira la certeza de saber que es una persona valiosa, de un valor inviolable, y exhala compasión.