Diálogo Consciente y Compasivo

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Cómo interrumpir el apagamiento

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Si has identificado en ti la estrategia trágica de apagarte para satisfacer necesidades de paz y seguridad, sabes lo rápido que ésta puede aparecer en momentos de estrés. Cuando te encuentras con un factor estresante importante, tu sistema nervioso se confunde y cree que estás de vuelta en ese antiguo contexto en el que desconectarte era la única opción que tenías. Una parte de ti sigue creyendo que no puedes estar presente ante el factor estresante y sobrevivir. Esa es la parte que cree que tienes que irte de alguna manera.

Si estás leyendo esto, es probable que ya hayas estado trabajando para cultivar habilidades de atención plena y autoempatía. Probablemente tengas además muchos más habilidades y recursos que los que tenías cuando la trágica estrategia de apagarte apareció por primera vez en tu vida. Sin embargo, tal vez sigues desconectándote. Parece que este mecanismo funciona en automático y te preguntas de qué modo podrías transformarlo. 

Hay, al menos, tres cosas que puedes tener en cuenta cuando intentes intervenir con este patrón reactivo:

  1. Modifica tu relación con el apagamiento

  2. Accede a la autoconfianza

  3. Retoma la participación en la vida

Modifica tu relación con el apagamiento

Como con cualquier forma de reactividad, intentar rechazarla o distraerse de ella no sirve de nada; solo volverá con más fuerza hasta que le ofrezcas la atención que necesita. Presta entonces atención consciente a la reacción. Observa exactamente lo que ocurre en tu experiencia. Por ejemplo, puedes notar que tienes la mente nublada, el cuerpo aletargado, el impulso de volver a la cama y una sensación de entumecimiento en el corazón. Cada vez que nombras algún aspecto del apagamiento con amabilidad y aceptación, interrumpes el patrón y recuerdas que tú eres más grande que esta forma de reactividad. Con la práctica, este modo de relacionarte con tu experiencia se volverá más predominante que el automatismo del patrón reactivo y te dará la distancia necesaria para empezar a elegir conscientemente tu respuesta.

Accede a la autoconfianza

Para mantener tu autoconexión en momentos de estrés en lugar de apagarte, también necesitas tener confianza en tu capacidad para seguir adelante y atravesar la situación. Darte ánimos repitiendo para tus adentros: «Puedo hacerlo. Puedo estar presente con mis sentimientos y estar bien", puede ser útil, pero quizás no sea suficiente. Puedes reforzar una nueva forma de relacionarte con tu experiencia repitiendo conscientemente todas las veces que estuviste presente ante sentimientos desafiantes y al final te sentiste a salvo. Cuando repases esos momentos, experiméntalos plenamente en tu cuerpo, mente y corazón. Cada vez que lo hagas, estarás integrando una sensación de confianza en tu propia capacidad.

Retoma la participación en la vida

El apagamiento es un proceso de desconexión interior. Puedes interrumpir ese proceso comprometiéndote con la vida de alguna manera tangible a la primera señal de que estás empezando a apagarte. El compromiso puede adoptar muchas formas: puedes dar un paseo, empezar un proyecto de carpintería, arreglar tus plantas, coordinar un encuentro con una de tus amistades... cualquier cosa que te ayude a comprometerte con algo físico o con otra persona puede servirte. La clave es no seguir el impulso de desconectarte.  Cuanto más se haya apoderado de ti el apagamiento, más atractivo te parecerá el aislamiento. No te dejes engañar, esto no va a satisfacer tus necesidades. En el momento en que sientas el impulso de desconexión, haz algo, por pequeño que sea, para comprometerte con la vida.


PRÁCTICA

Elige una de las tres prácticas anteriores para ayudarte durante esta semana. Comprométete a prestar atención a cualquier momento en el que comiences a experimentar el impulso de apagarte y emplea la estrategia que elegiste. Para ayudarte puedes elegir algo que te sirva de recordatorio, como escribir la estrategia que quieres practicar en tu pizarra o en una hoja que colocas en el refrigerador. Puedes también tomar notas de lo que sucede en ti cuando practicas, lo que te ayudará a notar tu progreso e ir construyendo confianza. Recuerda tenerte paciencia y compasión: cambiar hábitos o costumbres toma tiempo y perseverancia.